martes, 22 de noviembre de 2011

Zapata

De una liga de mi compañera Sandra Petra  les dejo un fracmento.

...Esta es una historia para niños, niñas y caballos. Viene al caso porque en estos días se recuerda al General Emiliano Zapata y porque abril es, además, el mes de los niños. Y también porque Zapata anduvo por el estado de Morelos, y en Morelos hay una niña, Ixchel, y un niño, Balam, que apoyaron en la consulta de hace un año. En ese entonces la Ixchel andaba por los 7 años y el Balam por los 3. Para ella y para él, y, a través de ellos, para todas las niñas y niños, sale esta historia que habla de un caballo, del caballo de Emiliano Zapata.
Sobre Emiliano Zapata se ha escrito y dicho mucho, y no es poco lo que se ha hecho. Hay sin embargo, otros aspectos de la lucha zapatista que han pasado desapercibidos para los historiadores. Yo no soy historiador (soy un guerrero, un poco niño y un mucho caballo), pero he tenido los medios para conocer historias grandes y pequeñas que se refieren a lo que estuvo alrededor de mi General. La que ahora les contaréme fue referida, a su vez, por un caballo neozapatista: el Marinero.
El Marinero no es el único caballo neozapatista, muchos otros forman filas insurgentes y hasta hay uno que es Subcomandante (pero esa es otra historia). Yo he tenido varios caballos. Casi todos, invariablemente, se han llamado "Lucero". Cuando alguna vez han coincidido en tiempo y espacio, han sido renombrados de forma obvia: "Lucero", "Lucerito", "Lucerote", "Lucerón", y así. Ahora mi caballo se hace llamar "Lucerotote" o "Grande" y, como su nombre lo indica, es un equino pequeño y patojo que se tropieza casi tanto como yo cuando, juntos, subimos y bajamos lomas, polvos y lodos en las montañas del Sureste Mexicano... 
http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2000/2000_04_10.htm

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