Observadores Internacionales.

La preocupación más grande del electorado mexicano proviene del crimen organizado y la violencia que podría desestabilizar al proceso electoral. Un factor “imprevisto” hasta hace pocos años, reconoce. La FEPADE ha descrito que las autoridades electorales mexicanas se han preparado para identificar los “puntos de riesgo” en las próximas elecciones. Aun así, afirma, las circunstancias pueden rebasarlos. En 2011, en Tamaulipas asesinaron al candidato a gobernador del PRI, Rodolfo Torre Cantú y ha vuelto a ocurrir en La Piedad [en el Estado de Michoacán], donde mataron al alcalde, recuerda. El Estado no tiene capacidad de poner seguridad a todos los candidatos. Lo más que podemos hacer es procurar una política de prevención para que estos hechos no ocurran.